Mucho se ha debatido en el seno de la comunidad médica y no médica acerca de los presuntosbeneficios del vino para la salud. No podemos negar que quizá la bebida alcohólica más consumida del mundo, ha dado lugar a marchas y contramarchas respecto a confirmar definitivamente sus virtudes de manera más o menos homogénea y consensuada.
Actualmente, los estudios más recientes parecen inclinarse casi definitivamente por afirmar que, efectivamente, el consumo moderado de vino conlleva ciertos beneficios para el organismo. Por eso, frente a la pregunta: ¿Puede el vino mejorar nuestra salud y aumentar la longevidad? La respuesta de los científicos es un rotundo sí.
El vino, los flavonoides y sus grandes virtudes
Los estudios de esta bebida de consumo tan masivo en todo el mundo han mostrado que los vinos tintos son especialmente ricos en flavonoides, y por ende, los vinos de esta clase son los mejorespara nuestra salud.
Los flavonoides que contienen los vinos tintos otorgan a los mismos propiedades antioxidantes, ampliamente conocidas por ser anti-cancerígenas, además de aumentar las defensas para resistir enfermedades relacionadas con los alérgenos, los virus, y ayudar al organismo a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Pero cuidado; teniendo en cuenta que existen gran variedad en la calidad de los vinos que hoy en día llegan a nuestras mesas, los investigadores han querido resaltar que no todos ellos contienen las mismas concentraciones de antioxidantes y flavonoides, y de seguro, que no se trata de una cuestión publicitaria.
La paradoja francesa
El profesor Roger Corder, investigador del William Harvey Institute, y especializado en temas vinculados a los flavonoides y la medicina cardiovascular, ha estudiado la llamada “paradoja francesa”, en relación con el consumo de vino.
Corder se preguntó por qué los franceses tenían una tasa menor de afecciones coronarias a pesar de consumir buenas cantidades de grasas en su dieta. Para responder dicha pregunta, emprendió una investigación en la zona sudoeste de Francia, donde la esperanza de vida es más alta.
El especialista descubrió que la región en cuestión producía vinos muy tánicos, es decir, con altas concentraciones de procyanidin, un conocido antioxidante, y que dichos vinos estaban incorporados a la dieta de gran parte de la población de la región.
Para Corder, el estudio fue lo suficientemente revelador como para afirmar en su libro The Wine Diet, que está convencido de que toda persona con posibilidad de hacerlo, debería incluir un vaso de vino tinto en cada una de sus comidas, por salud, pero también por placer.
¿Por qué el vino tinto?
Los estudios señalan al Cabernet Sauvignon, al Petit Syrah y al Pinot Noir como los vinos que contienen las mayores concentraciones de propiedades antioxidantes y flavonoides. Y, pese a que vinos como el Merlot y el Zinfandel rojos contienen menores cantidades, acumulan concentraciones más altas que cualquier vino blanco.
Igualmente, nos vemos obligados a matizar, a pesar de las innegables virtudes de los tintos y de los beneficios del alcohol en general. El sabor, el color y la salud que pueden aportar a nuestras comidas y a nuestro organismo, no justifica que demos rienda suelta a su consumo. La exageración en elconsumo de esta exquisita bebida revertirá sin dudas los nobles efectos sobre nuestra salud. Una copa de vino en cada una de las comidas diarias será el complemento ideal para que sus efectos saludables surtan efecto.
¿Qué opinas de los beneficios del vino para la salud? Y hablando de bebidas alcohólicas, no debemos dejar de señalar que la cerveza tiene beneficios científicamente probados. ¿Lo sabías?
No comments:
Post a Comment