Monday, January 20, 2014

¿Cómo funciona el tren maglev?


El transporte es uno de los problemas recurrentes de la vida moderna. Si bien se han desarrollado nuevas formas de moverse, todavía es frecuente que sean lentas, caras o simplemente no haya espacio para tanta gente. Los aviones, la manera más rápida de viajar, sufren retrasos por el clima, los autos crean embotellamientos enormes y los barcos no siempre sirven como opción si el lugar es muy lejano. Pero los trenes siguen siendo una de las mejores formas de viajar rápidamente, por ello fue creado el tren maglev.
Maglev es la forma corta de nombrar la levitación magnética (magnetic levitation, en inglés). Significa que este tipo de trenes flota sobre un camino gracias al magnetismo, reemplazando el hierro utilizado anteriormente en las vías.

¿Qué es la propulsión electromagnética?


La propulsión electromagnética se basa en la idea tradicional de que los polos opuestos se atraen y los polos iguales se repelen. Sin embargo, la atracción en los electromagnetos dura solo un rato y para ello se creó un sistema que permite que se mantenga.
El tren maglev tiene tres componentes básicos: una fuente de poder eléctrico de gran tamaño, espirales de metal alineando las vías y magnetos debajo del tren. La mayor diferencia con un tren común es que no tiene motor. La energía utilizada por el tren maglev es la electricidad en los espirales de metal que crea un campo magnético para mover el tren.
Este campo magnético repele los magnetos debajo del tren generando que levite de 1 a 10 centímetros. La corriente eléctrica cambia la polaridad de los espirales magnetizados constantemente, generando que el campo magnético en frente del tren lo empuje hacia adelante.
El tren flota sobre una cama de aire, lo que elimina toda fricción con otros objetos y por tanto alcanza velocidades muy altas de más de 500 kph. A esa velocidad se puede viajar desde París a Roma en 2 horas.

El futuro del tren maglev

Alemania y Japón están desarrollando trenes maglev, aunque con diferentes métodos. El de Alemania, denominado Transrapid, utiliza una tecnología donde el fondo del tren envuelve las vías de metal. Los electromagnetos se encuentran encima de las vías por debajo del tren, permitiendo que levite un centímetro, aún cuando está quieto.
Japón, sin embargo, desarrolló un sistema de suspensión electrodinámica basado en la fuerza repulsiva de los magnetos. La diferencia es que utilizan magnetos superconductores, que emiten electricidad aunque se haya apagado la fuente de energía eléctrica. Lo logran congelando los espirales de metal a muy bajas temperaturas para ahorrar energía. El sistema criogénico no es muy conveniente por su precio elevado.


Actualmente, el único tren maglev comercial que existe está en Shanghai (China), usando como base el creado por Alemania. Aunque varios países tienen como proyecto la construcción de estos trenes, muchos de ellos se han limitado por los costos creados. Estados Unidos tiene como proyecto hacerlo a futuro, por lo que es cuestión de tiempo para que esta tecnología llegue a varias zonas y los costos se abaraten.
¿Te imaginas un viaje de casi 500 kilómetros por hora en el tren Maglev?

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