El escándalo Sokal se llevó a cabo a finales de 1996, cuando el matemático Alan Sokal publicó un artículo en broma en una revista de estudios culturales llamada Social Text, en el que analizaba temas de actualidad física y matemática, además de comentar en tono irónico las costumbres culturales, filosóficas y políticas que deberían tener los comentaristas científicos que cuestionan las afirmaciones de la ciencia a la objetividad. El problema fue que los editores no se dieron cuenta de que este artículo era una farsa.
Cómo funcionó el escándalo Sokal
El engaño del escándalo fue revelado por el mismo Alan Sokal en una publicación en la revista Lingua Franca, donde explicaba que el artículo decía únicamente tonterías, pero que había sido aceptado porque sonaba bien y halagaba las preconcepciones ideológicas de los editores.
La sátira de Sokal estaba dirigida a un grupo de intelectuales posmodernos de las humanidades que buscan aderezar sus estudios con términos científicos que, muchas veces, nada tienen que ver con la realidad de lo que explican.
“Transgredir las fronteras - Hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica” era el título del artículo, y lo que había dentro no era mucho más fácil de entender que eso: cientos de argumentos surrealistas pero muy bien explicados, que un editor con un poco de conciencia debería haber notado que eran falsos. Si bien muchos artículos sobre ciencias –especialmente física y matemáticas– pueden resultar incomprensibles para el lector recién iniciado, la idea es que se utilice un lenguaje técnico y profundo, pero que sea lo más claro posible dentro de la materia: bajo ningún concepto se busca la oscuridad, sino la profundidad.
Parece increíble que los editores creyeran verdaderamente en el texto, si tenemos en cuenta de que se trata de un físico hablando de filosofía postmoderna. Por si fuera poco, el texto muestra elementos tan absurdos como considerar que la teoría de las catástrofes y la teoría del caos pueden conducir a la liberación social y económica.
Pero parecería ser cierto que es mucho más fácil engañar a alguien si hablamos de conclusiones culturales, filosóficas o políticas basadas en la ciencia, que si las conclusiones son científicas en sí.
Más detalles sobre Sokal
Alan Sokal era profesor de física en Nueva York hasta 1980, año en que se fue a vivir a Nicaragua ya que apoyaba al gobierno sandinista. Al regresar a Estados Unidos, se dio cuenta de que la izquierda liberal había sido tomada por un tipo de intelectuales que decían cualquier cosa –hasta la más simple– de forma oscura. Él consideraba que estas personas no tenían mucho que ofrecer, y probablemente por esta razón decidió llevar a cabo el conocido como escándalo Sokal.
El escándalo Sokal puede unirse a la lista de bromas científicas que se han llevado a cabo con el correr de los años, como los fósiles del hombre de Piltdown de Charles Dawson, solo que esto tuvo un propósito público.
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