El mono ha sido la referencia absoluta desde que el hombre empezó a investigar y argumentar todo aquello que se refiere a una posible evolución humana. Con esta idea como base, y ya sea para confirmarlo o desmentirlo, la ciencia nunca ha dejado de investigar desde distintas perspectivas las similitudes y diferencias entre hombres y primates. Hoy, sumaremos algunos nuevos aportes en torno a las similitudes cerebrales entre seres humanos y monos.
Una arquitectura cerebral evolucionada
Una investigación reciente dirigida por el Dr. Franz-Xaver Neubert del Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha puesto de manifiesto una sorprendente similitud entre monos y humanos en la organización de aquellas zonas del cerebro que controlan el lenguaje y los procesos de pensamiento complejos. Se trata de la corteza frontal ventrolateral, una zona cerebral que se conoce desde hace unos 150 años, y en la que se regulan los procesos y la flexibilidad cognitiva, el lenguaje y la toma de decisiones.
Según expresó el mismo doctor Neubert, a pesar de que se vino argumentando que los humanos tuvieron que evolucionar hacia un nuevo sistema neuronal, algunos sectores de la ciencia han sugerido que los precursores de estos sistemas cerebrales especializados, pudieron existir en otros primates.
Similitudes y diferencias cerebrales
Los investigadores realizaron mediciones mediante resonancia magnética no invasiva en 25 personas y 25 macacos, y observaron que las conexiones en la arquitectura de la corteza frontal ventrolateral entre monos y humanos, mostraron similitudes sorprendentes.
Por ello, y a pesar de que también se reveló que existen pequeños cambios evolutivos que definieron una corteza frontal esencialmente humana, los científicos aseguran que lo que mostraron dichas resonancias, sugieren que algunos rasgos cognitivos humanos son el resultado de la conservación de un sistema neural que evolucionó, y que antaño cumplía diversas funciones para la supervivencia de las especies primitivas.
Sin embargo, pese a las incuestionables correspondencias entre ambas especies en esta importante región cerebral, también se pudieron evidenciar ciertas diferencias clave. Quizá la más significativa sean las interacciones entre la corteza frontal ventrolateral y las áreas involucradas con la audición.
En este sentido, Neubert razonó que estas diferencias podrían explicar el hecho de que los monos utilicen tan poco la audición para tomar decisiones y realizar tareas, algo que en los humanos es de lo más natural. En concordancia con esto, se ha descubierto que el polo frontal lateral, encargado de la planificación estratégica y la capacidad multitarea, tiene una superficie y composición diferente en los monos y personas.
Igualmente, y para aumentar la curiosidad de los expertos, se cree que las regiones de la corteza frontal ventrolateral que presentan similitudes entre hombres y monos, son responsables de ciertos trastornos psíquicos como el abuso de sustancias o el trastorno obsesivo-compulsivo.
Además de la confirmación de que el cerebro del hombre y el mono tienen similitudes, ¿sabesque tan parecido es el genoma del bonobo al del hombre?
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