¿Qué te parecería poder pintar el exterior de tu casa, tu automóvil o tus ventanas con una pintura capaz de capaz de generar energía eléctrica suficiente para autoabastecer tus necesidades hogareñas? Parece sin dudas algo propio de la ciencia ficción, pero, aunque de momento no está a nuestro alcance, la ciencia está trabajando en ello para que en pocos años este sueño se vuelva una realidad.
¿De qué se trata esta pintura energética?
La pintura o tinta energética, según plantean numerosas empresas, universidades y centros tecnológicos que trabajan sostenidamente en ella, pretende que cuando una película de la misma se extienda sobre una superficie, sea capaz de convertir la energía contenida en los rayos solares en electricidad, de manera análoga a como lo hace una célula fotovoltaica.
Esta tecnología vincularía dos disciplinas científicas en un mismo proyecto, la ingeniería química, que sería la encargada de producir las pinturas, y la nanotecnología, que se encargaría de diseñar empleando nanotubos de carbono, el material con las propiedades necesarias para que al incidir sobre él la luz solar, sea capaz de desprender electrones que generen la corriente eléctrica.
¿Qué ventajas tendría esta tecnología?
La ventaja más obvia de esta tecnología sería la propia obtención de energía eléctrica a partir de un recurso energético inagotable y limpio como es la energía luminosa del sol.
Pero también tiene muchas ventajas respecto al método actual de obtención de esta energía a partir de los paneles solares actuales, pues estas son muy caras de producir y en su propia fabricación demandan grandes cantidades de energía.
Además, cuando se rompen y pierden su capacidad generativa, requieren de un cuidadoso reciclado ya que pueden ser fuentes de contaminación.
¿Qué se ha logrado hasta el momento?
Hasta el momento, se han diseñado algunos prototipos de esta tinta solar, pero su eficiencia de conversión es muy baja, en torno al 2% tan solo, lo cual no es nada rentable económicamente y está muy por debajo del 25% o más que logran las células fotovoltaicas.
No obstante, los especialistas son muy optimistas, sobre todo en el departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Texas, que ha estado desarrollando una pintura que posee un material semiconductor llamado CIGS (cobre, indio, galio y selenio), que es diez veces más barato de producir que los paneles solares actuales y que según ellos, en cinco años podría alcanzar un 10% de rendimiento o más, lo cual ya podría servir para cargar algunos equipos.
Las aplicaciones de esta tecnología son prácticamente infinitas y por ellos las inversiones para desarrollarla son cada vez son mayores, sobre todo por parte de países poderosos como Estados Unidos y China.
La posibilidad de generar energía a través de la tinta podría en el futuro cercano recargar permanentemente las baterías eléctricas de los automóviles, abastecer a los electrodomésticos en casa y si vamos más lejos, hasta la ropa pintada con este tinte permitiría cargar los teléfonos móviles mientras caminamos bajo la luz solar. Asombroso, ¿verdad? Tanto como el edificio que se autosustenta con la fotosíntesis de microalgas en Hamburgo.
¿Sabes cómo funciona un panel solar?
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