Aún queda un tiempo para comenzar las clases, por lo cual ir practicando con algún que otroexperimento casero, fácil y entretenido, no es una mala idea. En esta oportunidad, voy a enseñartecómo mirar tu propio ADN, un experimento para niños ideal para empezar a retomar y volver ejercitar los cerebros de los más pequeños del hogar, como siempre, aprendiendo mientras nos divertimos. ¡Échale un vistazo a este experimento!
Observando el ADN
Si bien todos estamos más que habituados a la clásica representación gráfica del modelo de hélice del ADN y en nuestro imaginario, al pensar en el ADN inmediatamente se nos presenta el mismo, esta no es más que una útil concepción artística e interpretativa de su creador. También nos resulta imposible pensar en ver el ADN y es que, efectivamente, ni con el más potente de los microscopios que existen ésto podría hacerse.
Como lo hemos visto cuando hablamos acerca de Rosalind Franklin en nuestra sección de “Grandes científicos”, esta científica británica fue quien desarrolló el proceso de cristalografía y rayos x que hizo posible la creación de la imagen que Watson y Crick luego utilizaron para crear el primer modelo a escala. Dudo mucho que sepas o puedas manipular esta clase de dispositivos en tu casa, pero igual puedes intentar ver los compuestos de tu ADN simplemente con algunos ingredientes que seguro tienes en la cocina.
Experimento casero del ADN
Observar tu ADN como lo puedes hacer en las representaciones gráficas, pues resulta imposible. ¿Qué haremos entonces? Veremos la forma material de nuestro ADN. A continuación todo lo que necesitas, lo que debes hacer y la explicación detallada de cada suceso.
Materiales:
- 1 vaso de papel pequeño
- 1 botella de bebida para deportistas incolora (por ejemplo un Gatorade “Lemon Ice”)
- Jabón líquido (el jabón más claro o incoloro que puedas conseguir)
- Unas gotas de jugo de piña/ananá
- 1 pincho/chuzo de madera (utensilio de cocina para pinchar y sostener alimentos)
- Alcohol (cuanto más se acerque a 100% su graduación mejor)
- 1 recipiente estrecho con tapa (un tubo de ensayo es la mejor opción)
Cómo hacer:
1 día entero (24 horas) antes de comenzar, colocar el alcohol en el congelador de la heladera para que se enfríe adecuadamente antes de comenzar con la experiencia. Tomar un sorbo de la bebida deportiva y hacer buches con el mismo durante al menos 2 minutos, como si de enjuague bucal se tratase. Si ayudamos con la lengua para un pequeño rasgado mejor, para así conseguir buenas muestras de las células de las mejillas y encía. No hay de qué temer, sin sangrado y sin infringir herida alguna. Expulsar la bebida suavemente dentro de un vaso de papel y luego verter en el recipiente, preferentemente en un tubo de ensayo, hasta un tercio de su capacidad.
Añadir jabón líquido al recipiente hasta casi completar el mismo, colocar la tapa y mezclar agitando con cuidado, importa mezclar bien los contenidos, pero también evitar la formación excesiva de burbujas. Agregar unas 3 o 4 gotas de jugo de piña/ananá y volver a mezclar. Completar el recipiente con el alcohol que estabas enfriando, vertiendo el mismo con sumo cuidado, procurando formar una pequeña capa que flote sobre la mezcla (te recomiendo echarle un vistazo a estos experimentos caseros de densidad de líquidos que te enseñé tiempo atrás para comprender mejor este punto). Deja reposar toda la solución durante 1 minuto.
Después de al menos 60 segundos, observa detenidamente lo que ocurre en donde la capa de alcohol flota sobre la solución celular que creaste. Podrás ver una suerte de banda de un material viscoso y blancuzco suspendido entre las sustancias. Insertar el pincho/chuzo de madera en el recipiente de forma tal que la parte más delgado del mismo, donde está la punta del pincho, toque esa sustancia peculiar. Revolver suavemente para que esa sustancia se adhiera al pincho y levantar el mismo con mucho cuidado para que la punta y la sustancia queden en la capa de alcohol y así poder observar mejor. Eso que se ve, es tu ADN.
¿Qué sucede?
Cuando hiciste los buches, la bebida se mezcla con gran cantidad de células que viven en tu boca. Las sales de la bebida deportiva y el jugo de ananá contienen enzimas capaces de romper las membranas celulares, incluyendo la que recubre el núcleo y liberando ADN. Las membranas celulares se componen de 2 capas básicas de grasa, azúcares y sales. La grasa se encuentra en la parte interna de la membrana, donde evitan el contacto con el agua que rodea la célula. Por otra parte, las moléculas del jabón líquido poseen dos extremos, uno es atraído hacia la grasa y el otro hacia el agua, lo que lo hace tan útil al momento de lavar la vajilla. Esto, en la solución celular que lograste crear en tu mejilla, mueve las membranas celulares rotas hacia arriba, separándolo de tu ADN.
El ADN fue disuelto en el agua que contiene la bebida deportiva, pero el mismo no se disuelve en el alcohol. Cuando el alcohol frío se añadió y fue dispuesto en una capa, en la parte superior de la solución, el ADN se precipitó y subió hasta quedar por fuera de la solución. Al introducir el pincho de madera y girar, las miles y miles de hebras de ADN fueron atrapadas y adheridas a éste, creando una forma material visible de ADN.
Muy bien, ¿qué te parece este experimento? Inténtalo y cuéntanos cómo te fue!
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