Se ha establecido un buen número de diferencias de funcionamiento entre el cerebro femenino y el masculino frente a determinadas situaciones, o mejor dicho, determinados estímulos. Se ha confirmado que la misma activación genética neurológica es diferente en un sexo y otro. Un estudio reciente reafirma estas diferencias en lo referente a las reacciones de hombres y mujeres cuando llega el momento de expresar la tensión acumulada a través del consumo de alcohol:bajo estrés, los hombres beben más que las mujeres.
Un laboratorio atípico
Los investigadores de la universidad Radboud Nijmegen de Holanda llevaron a cabo el curioso estudio mediante el “reclutamiento” de colaboradores en un bar, mientras un grupo de estudiantes bebía cerveza y vino. En dicho contexto, solicitaron a la mitad de los estudiantes que colaboraran para llevar a cabo un ejercicio que los expertos valoraron como “estresante”, teniendo en cuenta las circunstancias en que se realizaba.
Concretamente, pidieron a los estudiantes que tachen las letras “e” de una serie de textos que estaban sujetos a normas y exigencias cada vez mayores y que, por consiguiente, requerían de una gran concentración y autocontrol. Mientras tanto, a la otra mitad de los colaboradores se les ofreció la versión más simple del ejercicio, en el que sólo tenían que omitir las partes del textos donde figuraba la letra “e”.
Glucosa, falta de autocontrol y consumo de alcohol
Luego de culminado el ejercicio que mantuvo a hombres y mujeres en tensión, los investigadores descubrieron que al regresar al ambiente de bar en el que se encontraban, los hombres bebieron cuatro veces más alcohol que sus compañeras mujeres. Pero aún más revelador fue el hecho de que las mujeres que se encontraban más estresadas, producto de la tensión del ejercicio, bebieron menos alcohol que aquellas que realizaron la tarea más sencilla.
A partir de dichos resultados, los científicos concluyeron que en el caso de los hombres, el esfuerzo por mantener el autocontrol en un momento específico (los ejercicios), desemboca en un pobre autocontrol posterior.
Los expertos creen que la responsable de mantener el autocontrol es un buen nivel de glucosa en sangre. La misma proporciona la energía necesaria para mantenerse dentro de los cabales normalesbajo situaciones de estrés. Por correspondencia a este mecanismo, los científicos sostienen que posteriormente a una situación de tensión y estrés, los hombres agotan sus reservas de glucosa, por lo que pierden esa proporción de autocontrol, y consumen más alcohol.
Contrariamente a esto, las mujeres beben menos alcohol que los hombres; se hayan naturalmente menos tentadas que los hombres, por lo que su control de lo que beben funciona como un elemento de disuasión.
¿Has notado esta tendencia cuando sales con tus amigos y amigas? ¿Quieres conocer otras diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres que radican en el cerebro?
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