La intensa lucha que Delaney Brown, de tan solo ocho años, libró con fortaleza y esperanza contra un raro y agresivo tipo de leucemia culminó esta madrugada cuando la niña murió rodeada de su familia en su hogar en Reading, Pensilvania.
Los últimos comentarios que su madre había escrito en la página de Facebook, Team Laney, en los pasados días anticipaban que Laney, como la llamaban cariñosamente, estaba en una etapa crítica. Incluso, ayer había pedido a otra persona cercana que escribiera en la cuenta, ya que ella no podía.
“Mi corazón está roto ahora mismo. Nuestro pequeño ángel en la tierra obtuvo sus brillosas alas rosadas en el cielo. Ella tuvo su último suspiro en casa, en su cama, a las 3:10 a.m. rodeada por toda su familia y amigos. Ya la extraño mucho”, escribió esta mañana Jennifer, la madre de la niña.
Esta fue la última foto que sus padres publicaron en las redes sociales.
En mayo pasado Laney fue diagnosticada con la enfermedad y fue sometida a cinco rondas de radioterapias y en septiembre recibió un trasplante de médula ósea. Sin embargo, hace unas semanas la enfermedad regresó con más agresividad por lo que los doctores le dijeron a sus padres que le quedaban días o semanas de vida.
Pero Laney pudo cumplir algunos de sus sueños, en los pasados días. El viernes pasado, cuando cumplió ocho años, pudo conocer a la cantante juvenil Taylor Swift, a través de una vídeollamada.
Pero la experiencia más emotiva que tuvo fue el pasado sábado cuando alrededor de 10,000 personas acudieron frente a su casa para cantarle villancicos de Navidad.
La niña se encontraba muy débil para levantarse y asomarse por la ventana, pero hizo su mayor esfuerzo y levantó sus dedos pulgares para una foto que se publicó en su cuenta, la que cuenta con 121,000 seguidores.
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